En la medida que un niño recibe afecto crecerá seguro, será un niño feliz y tendrá mayores oportunidades para enfrentarse al mundo que lo rodea.
Por ejemplo, los primeros meses y años de los niños, el afecto que necesitan, se administra mediante el juego, porque el mejor juguete del niño pequeño es su padre o su madre. El juego es vital para los niños, representa su principal actividad.
Reseñas para ¿Cuándo un cariño es bueno o malo?